El término empleado popularmente “música latina” (latin music en inglés) se empezó a utilizar a partir de los años 50 en los Estados Unidos para referirse a los ritmos musicales típicos de América Latina, buscando una diferenciación entre los estilos de origen afroamericano de los afrolatinoaméricanos. En este sentido, se considera que forman parte de la música latina un gran número de géneros: el merengue, la bachata, la salsa, el dancehall, el Grimey, la bossa nova, la cumbia, el tango.